Me llamo María Casas Bueso, nací en diciembre del 80 en Valencia, soy pintora, artesana y viajera incondicional. De momento mi vida se reparte entre largas temporadas en México, Valencia y todos los viajes que pueda hacer a conocer otras realidades, otras gentes, así que me muevo con mis lienzos enrollados y mis acuarelas de aquí para allá.
Desde que me acuerdo he querido crear, no sólo en la facultad de Bellas Artes, mucho antes ya pintaba con mis acuarelas infantiles y las regalaba, más mayor hacía pendientes o broches o cintas de pelo con camisetas multicolores.
Mi inquietud de crear sigue aumentando cada vez que viajo, sobretodo a mi México querido y a otros lugares inexplorados, pero también cuando descubro algo pequeño, sutil, en mi vida cotidiana que me abre los ojos a otro universo desconocido para que pueda plasmar mis colores.
Las formas de plasmar todo lo que asimilo son muy diversas, pero con las que más disfruto son tres. La acuarela porque me permite moverme con ella y captar momentos concretos, el collage que amplía el juego de conciliar elementos encontrados, y el acrílico que me ofrece un espacio indeterminado en blanco en el que me puedo explayar con creces.
Simplemente soy lo que pinto y lo que pinto es parte de lo que voy siendo cada día.
Me rodeo de cuadros porque es cómo estar en la naturaleza, mires donde mires te encuentras un espectáculo sobrecogedor que te arropa, te acuna y te lanza al mundo para saborear y sentir todo multiplicado.
Eso son mis cuadros. Son luz, sed de todo, es magia de vivir y de atreverse a sentir todo para que sirva, para que se dé y se reparta. Para que siembre vida y color y alegría de vivir y de sentir pensando y de pensar viviendo para no morir.
Son vida, son yo viviendo y respirando fuerte, con ganas, con sentimiento y humildad de saber que sólo son yo y mi verdad.